Número 28

Otoño 2015

Abstract

El propósito es comentar un aspecto poco referido en el análisis de la implementación de la reforma educativa actual, en particular, en relación con la resistencia de diversos sectores del magisterio ante el tema de la evaluación docente. Dicho aspecto se refiere al proceso de individualización implicado tanto en el contenido como en la ejecución de la reforma. En el texto propongo y argumento que la reforma implica una transformación profunda de la relación histórica entre el Estado mexicano y el gremio magisterial, de matriz corporativa-clientelar, para establecer una relación vis a vis entre los docentes como sujetos individuales y el Estado, basada en procesos de profesionalización, en los que la evaluación del desempeño tiene un lugar central. Este cambio supone nuevas reglas en la trayectoria profesional de los docentes, así como una novedosa incertidumbre, resultante del desmontaje del andamio normativo-burocrático que rigió las relaciones laborales entre el gobierno y el gremio de maestros del país desde la década de 1940.